Vera no ve a Fedor desde aquella vez en el muelle, ya el girasol no existe. Fedor se llevó su libro y dejó a Vera con un mísero recuerdo. El último mensaje que recibió de su parte le dió el respiro que necesitaba para dejar de esperarlo de nuevo:-"Vera, me voy a estudiar Artes a Francia, es el sueño de toda mi vida y aunque te quiera, no me quedaré contigo. Espero que lo entiendas. Fedor"-.
Eso era precisamente lo que esperaba saber Vera, estaba cansada de esperar por verle, aburrida de lanzarle besos al viento y desear a alguien que ni siquiera podía tocar. Ya no se sintió crucificada ni atada de manos para hacerle caso por fin al loco ese cuentero que echaba versos en la Universidad, pues ella misma se consideraba una loca y creía que nadie podría entenderla tan bien cómo él.
Para su suerte, el loco se limitaba a dejarle frases sueltas escritas en algún lugar, donde ella las pudiera ver, algo más o menos así:
-"Aguardaré sentado en un árbol a que pases como los gatos, y seremos un gato que trepa y otro que pasa, y como los gatos, al fin me dará lo mismo que pases o no"-.
Vera no sabía si sentirse aludida o indignada, más bien se resignaba a seguir soñando con sus cuentos, para que no le alterara los nervios,siempre mirarlo con una sonrisa, y hacerle una morisqueta para que él se indignara también.
Eso era precisamente lo que esperaba saber Vera, estaba cansada de esperar por verle, aburrida de lanzarle besos al viento y desear a alguien que ni siquiera podía tocar. Ya no se sintió crucificada ni atada de manos para hacerle caso por fin al loco ese cuentero que echaba versos en la Universidad, pues ella misma se consideraba una loca y creía que nadie podría entenderla tan bien cómo él.
Para su suerte, el loco se limitaba a dejarle frases sueltas escritas en algún lugar, donde ella las pudiera ver, algo más o menos así:
-"Aguardaré sentado en un árbol a que pases como los gatos, y seremos un gato que trepa y otro que pasa, y como los gatos, al fin me dará lo mismo que pases o no"-.
Vera no sabía si sentirse aludida o indignada, más bien se resignaba a seguir soñando con sus cuentos, para que no le alterara los nervios,siempre mirarlo con una sonrisa, y hacerle una morisqueta para que él se indignara también.
NO TE PREOCUPES EL MUNDO ESTA LLENO DE FEDOR.
ResponderEliminarAUNQUE EL SEA UNICO, PODRAS ENCONTRAR SIMILITUDES CON LOS MILES DE FEDORS QUE TENDRAS.
No me preocupo ;)...y espero no tener miles de Fedors, además para mí, cada quien es único.
ResponderEliminarLa historia de mi blog no se refiere a mi propia vida -por sí lo pensabas-, aunque tiene algunos trazos inspirados en ella.
Muchas gracias por tu comentario