Fedor buscaba entre las ropas de viaje la pequeña nota que había hecho con la ubicación del muelle, esperaba que no quedase muy lejos de la estación del tren puesto que contaba con dinero apenas para quedarse un día y una noche, esperaba poder llegar caminando desde allí y no quería llamar a Vera, para que al llegar se sorprendiera.
Vera lo esperaba en el muelle, le gustaba mirar la mar cuando el sol se posaba y quería que Fedor pasara una tarde agradable; se iban a ver por primera vez después de haberse texteado y conversado mucho por el móvil y no sabían como era el otro, decidieron que eso sería lo menos importante; Vera fué quien encontró el número de Fedor metido entre un libro viejo de Dostoievski que se encontró en su última visita a la ciudad, al llamar y preguntar de quién era, le pareció increíble que el propietario se llamara como el autor y no pudo evitar
continuar hablando con él.
Mientras Vera continuaba recordando, Fedor corría a lo que más podía guíandose solamente de su conocimiento de calles y carreras pues no quería perder tiempo preguntando a los transeúntes y ya casí eran las 4 de la tarde.
Cuando Fedor llegó, Vera estaba de espaldas, tenía el cabello rojo hasta la cintura que ondeaba con la brisa marina, un sencillo vestido blanco, unas sandalias, una pulsera de pie de conchitas y un bolsito tejido donde guardaba el libro...
...Entonces Vera volteó sintiéndose observada, era Fedor con chaqueta de Cuero, un polo de una banda de rock de los 80´s, jeans desgastados, tennis algo rotos,el cabello negro corto, peinado lo mejor posible y un girasol gigante en la mano. Sinembargo se quedaron mirandose el uno al otro, sin decir una palabra; Vera se sento en un borde del muelle y Fedor se sentó a su lado,
le dió el girasol a Vera, y así se quedaron...
mirando las gaviotas y los barcos hasta el anochecer.
Vera lo esperaba en el muelle, le gustaba mirar la mar cuando el sol se posaba y quería que Fedor pasara una tarde agradable; se iban a ver por primera vez después de haberse texteado y conversado mucho por el móvil y no sabían como era el otro, decidieron que eso sería lo menos importante; Vera fué quien encontró el número de Fedor metido entre un libro viejo de Dostoievski que se encontró en su última visita a la ciudad, al llamar y preguntar de quién era, le pareció increíble que el propietario se llamara como el autor y no pudo evitar
continuar hablando con él.
Mientras Vera continuaba recordando, Fedor corría a lo que más podía guíandose solamente de su conocimiento de calles y carreras pues no quería perder tiempo preguntando a los transeúntes y ya casí eran las 4 de la tarde.
Cuando Fedor llegó, Vera estaba de espaldas, tenía el cabello rojo hasta la cintura que ondeaba con la brisa marina, un sencillo vestido blanco, unas sandalias, una pulsera de pie de conchitas y un bolsito tejido donde guardaba el libro...
...Entonces Vera volteó sintiéndose observada, era Fedor con chaqueta de Cuero, un polo de una banda de rock de los 80´s, jeans desgastados, tennis algo rotos,el cabello negro corto, peinado lo mejor posible y un girasol gigante en la mano. Sinembargo se quedaron mirandose el uno al otro, sin decir una palabra; Vera se sento en un borde del muelle y Fedor se sentó a su lado,
le dió el girasol a Vera, y así se quedaron...
mirando las gaviotas y los barcos hasta el anochecer.
Foto: Elbereth
Me encanta el contraste, la dama y el vagabundo, o quizás el chico de ciudad y la pueblerina, cuando los extremos se encuentran, ahí es donde salen chispas...
ResponderEliminar...Entonces el AMOR PURO y el ODIO PURO, se besaron apasionadamente.