Nacer y morir

Foto: AdonisWerther

Quise poner una frase, de esas de odio y amor...pero no, no me sale, me arrepiento de todas...porque ninguna la escribí yo.

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Fedor se encontraba en el aeropuerto,
llegó con las maletas llenas de ropa hecha girones y llenas de libros para perderse,
nadie le esperaba, nadie sabía que llegaba
tan sólo regresó de París, después de días y días de papeleos,
de ganar suficiente dinero para hacer de nuevo una vida
...no, miento, para hacerla nueva...
la vida ya está hecha.

Entre tomarse un expresso y comer un pastelillo mientras hacía unas cuantas llamadas,
pensaba y pensaba, se le perdía la mirada, hacía gestos de aprobación y desapruebo,
...deliberaba...deliraba,
sobre lo que haría la próxima semana
apenas llegara a la universidad de Vera, búscandola.

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Vera está en un descanso, de esos huecos de dos horas, entre clase y clase
es miércoles, un día verde y lluvioso
con un poco de niebla como para parecer que caminas entre las nubes.

Mira el reloj, son apenas las 3 de la tarde pero se ve bastante oscuro.
Se toma un café e imagina a Amelie siendo feliz en su nuevo hogar.
Se siente observada, como no lo había sentido hace mucho tiempo,
como desde aquella vez cuando...

-...Fe-Fedor...hola.

Fedor había tocado el hombro de Vera y se había sentado justo enfrente de ella,
en una de las mesas de la cafetería, él también sorbía un café.

-Hola Vera, hace mucho que no te veía.
¿Cómo has estado, cómo va la universidad, la familia, todo?

Vera se había sonrojado, trató de esconder su impresión y disimular.
No podía creerlo, Amelie tenía razón en que Fedor volvería...pero desde entonces algo había cambiado, Vera ya no amaba a Fedor; el cuentero se había cambiado de universidad,tenía un nuevo "perro tras el hueso", fué lo último que supo de él...al fin y al cabo, Vera había terminado por decidir que no entregaría su corazón de nuevo, a nadie, porque el amor no logró llenarla.

-Fedor, pero primero (cambió su expresión), dime tú qué pasó, porqué estás de nuevo aquí?
Has vuelto por mí? ( se le escapó, con algo de furia en el rostro).

Fedor era esta vez el sonrojado, pero se tragó toda la pena y comenzó a relatarle a Vera todo lo que había sucedido en París, cuanto la extrañó y extrañaba aún, pidió disculpas...mil perdones por haberse despedido con tan poca delicadeza pero lo había hecho para que al menos ella no lo pensara, para que el rencor no le hiciera tanto daño como podría hacerlo una "falsa" ilusión que en realidad aún permanecía dentro de él y por ello este día había llegado a buscarla, a decirle que regresara a su lado.

Vera tomó un breve momento para terminar la taza de café que aún estaba caliente a pesar del frío, se le veía serena y no tuvo más que estas tristes palabras para Fedor:

-Fedor, ya no te amo.-

Y se marchó sin más, sin importarle lo que Fedor había hecho por ella, con toda la tranquilidad y suavidad que ya de por sí mostraban sus facciones casi siempre. Se marchó a su próxima clase y Fedor...ahh Fedor...desde hoy Fedor es otra historia.